Maximiliano Kolbe, sacerdote franciscano que llevó a la vida la frase del Evangelio “No hay amor...
Madre del Perpetuo Socorro
Muchos hemos visto esta imagen en templos, en los hogares, en estampas, y no nos hemos preguntado por su significado, por su origen, o por los símbolos que aparecen en la pintura.
Se dice que el cuadro fue pintado en entre los siglos XIII y XIV, y que es una copia de una imagen pintada por el mismo San Lucas. Fue venerada en Constantinopla por siglos, hasta que fue destruida por los turcos. Más tarde, la imagen que aún se conserva llegó a Europa, pasó de una iglesia a otra, hasta llegar a la iglesia de San Alfonso, en Roma, donde es venerada hasta ahora.
Simbología
El cuadro es un icono, que incluye una serie de símbolos que le aportan significado a la pintura, entre ellos vemos varias letras griegas. Las iniciales al lado de la corona de la Madre (MP ΘΥ) la identifican como la Madre de Dios. Las iniciales al lado del Niño, “ICXC”, significan Jesucristo.
Sobre el ángel de la izquierda se ven unas letras que lo identifican como San Miguel Arcángel; él sostiene la lanza y la caña con la esponja empapada de vinagre. A la derecha se ve a otro ángel y otras letras, que lo identifican como San Gabriel Arcángel, y sostiene la cruz y los clavos. Ambos sostienen los instrumentos de la pasión con un paño.
Otros detalles le añaden significado a la imagen. La estrella en el velo de la Virgen nos recuerda que ella es la Estrella del Mar (Stella Maris), que nos guía en medio de la tempestad y nos lleva a puerto seguro (Cristo). Su boca pequeña hace alusión a su silencio en el Evangelio (guardaba todas esas cosas en su corazón). Al contrario, sus ojos son grandes y están siempre mirándonos, atenta a nuestras necesidades.
Las manos de Jesús están boca abajo, y dentro de las de la Virgen, dando a entender que custodia todas las gracias de la redención. La sandalia cayendo del pie de Jesús simboliza la prisa con la que el niño corrió a buscar el auxilio de su Madre al contemplar lo que sería su pasión.
Además de estos, hay muchos símbolos más. Si quieres saber más, puedes leer este artículo de Aciprensa sobre los signos de la imagen.
Socorro permanente
Nuestra Madre está al tanto de cada detalle de nuestras vidas; nuestras necesidades espirituales y materiales, enfermedad, hambre o epidemias. En estos tiempos, en los que vemos tanto sufrimiento, miseria y destrucción, entendemos la misión de la Madre de Dios de cuidar de sus hijos. Ella es nuestro refugio y socorro en toda situación de nuestra vida.
Oración a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Santísima Virgen María, que para inspirarme confianza has querido llamarte Madre del Perpetuo Socorro, yo te suplico me socorras en todo tiempo y en todo lugar; en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades, en todas las miserias de la vida y, sobre todo, en el trance de la muerte. Concédeme, ¡oh amorosa Madre!, el pensamiento y la costumbre de recurrir siempre a Ti; porque estoy cierto de que, si soy fiel al invocarte, tú serás fiel en socorrerme. Alcánzame, pues, la gracia de acudir a ti sin cesar, con la confianza de un hijo, a fin de que obtenga tu perpetuo socorro y la perseverancia final. Bendíceme y ruega por mí ahora y en la hora de mi muerte. Así sea.
¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Ruega a Jesús por mí, y sálvame.