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¡El mundo necesita voces que clamen en el desierto!
El 24 de junio la Iglesia festeja a san Juan Bautista, quien anunció la venida del Mesías al pueblo judío, siendo llamado por ello el predecesor de Cristo.
Recordar a Juan el Bautista no es solamente un ejercicio de historia pasada: ¡la vida de este personaje es de gran relevancia para el mundo actualmente! En este artículo presentamos tres actitudes suyas que todos los cristianos debemos imitar!
Llamar a la conversión
El bautismo que san Juan realizaba en las aguas del Jordán, simbolizaba una vida nueva, y sobre todo, era una invitación a dejar atrás las malas acciones y el pecado. De la misma manera, en la actualidad son muchos quienes viven el pecado, el mal y la corrupción como algo habitual, y somos nosotros quienes, a ejemplo de Juan el Bautista, debemos invitarles a una nueva vida, rectificando todo aquello que necesite ser corregido en nuestras vidas
Denunciar lo que está mal
Juan el Bautista no tuvo reparos en denunciar el mal en su época, aun cuando ello le significara ser apresado y posteriormente ejecutado por señalar la inmoralidad de la unión entre el tetrarca Herodes Antipas y Herodías, la esposa de su hermano. Hoy en día muchas actitudes inmorales y erróneas se han vuelto parte de la vida cotidiana, como el libertinaje, la infidelidad y la corrupción. Los cristianos, como Juan el Bautista en su tiempo, no debemos temer denunciar aquello que está mal, incluso cuando ello pueda significarnos desprecios y burlas.
Anunciar la esperanza de la Buena Nueva
San Juan Bautista afirmó siempre que después de él vendría uno que no bautizaría con agua, sino con el Espíritu Santo. Este anuncio es tan esperanzador hoy en día como lo fue en su tiempo, y más aún en momentos como los que vivimos actualmente, que son oscuros e inciertos. El mundo necesita la esperanza de que Jesús, el Mesías, está con nosotros, ¡y es nuestra tarea anunciarlo!