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San José Obrero

san jose obrero

La iglesia celebra el 1° de mayo la fiesta de san José obrero, que coincide también con el día internacional de los trabajadores. En este artículo compartimos contigo distintas maneras para acercarte a Dios y crecer espiritualmente a través de las labores que desempeñas.

1. Haz una pequeña oración al empezar y finalizar tu jornada de trabajo

Nuestra lista comienza con lo más evidente: la primera forma de santificar tu labor es la oración, y aunque no lo dice la Biblia, estamos seguros que san José lo hacía antes de poner manos a la obra. No proponemos nada complicado: al comenzar tu jornada de trabajo da gracias a Dios por la bendición de poder laborar (algo que muchos no pueden hacer en estos momentos), ofrécele tus actividades del día y pídele su guía y protección. De la misma manera, al finalizar la jornada, agradece por el trabajo que pudiste realizar y ofrece a Dios todo lo que haya sucedido en tu día. “Es un ejercicio sencillo pero muy significativo”.

2. Cristianiza tu espacio de trabajo

Aquí lo que importa es la creatividad, y la pregunta es ¿cómo puedo hacer para que mi área de trabajo me acerque a Dios? Tanto en una oficina como en un taller, y por supuesto en tu propia casa, puedes colocar imágenes, velas e inciensos (por seguridad aléjalos de artículos inflamables), una cruz... Lo importante es que, al mirar estos objetos, puedas recordar, aunque sea por unos segundos, que estás buscando santificar tus labores. °También puede ser que la presencia de estos objetos te reconforte a ti o a algún compañero de trabajo en los momentos difíciles”.

3. Haz un acto silencioso de bondad por otra persona.

Muy poco se sabe acerca del padre adoptivo de Jesús, san José; esto nos lleva a deducir que era un hombre lleno de modestia y la humildad. Podemos practicar estas mismas virtudes realizando pequeños actos de bondad, como prestar ayuda o compartir un detalle con quienes nos rodean en nuestros lugares de trabajo, haciéndolo con discreción y sin esperar agradecimiento o atención alguna, sino simplemente buscando agradar a Dios. Recuerda que, aunque los demás no lo noten, °para Dios ningún buen gesto pasa desapercibido”.

4. Ofrece las tareas que más te cuestan a Dios

No existe el empleo perfecto, y en todo trabajo hay actividades que nos gustan más que otras. Pero una tarea difícil, aburrida, monótona o desagradable puede ser una gran oportunidad de santificación. Ponle dedicación y empeño a eso que has estado postergando, y ofrece el aburrimiento, el cansancio y la fatiga pidiendo por alguien que sepas que se encuentra necesitado.

5. Elogia a un compañero de trabajo

Una palabra de ánimo o de aliento puede ser decisiva para iluminar un mal día. ¿Hay alguien en tu trabajo que se sienta triste o experimente amargura, rencor, frustración? ¿Qué tal si le das un elogio o le haces un cumplido? Deja que Dios te muestre algo bueno que haya hecho esa persona, y de una manera amigable y cortés, felicítale por esa buena obra. Recuerda que, al igual que en el punto 3, ofreces a Dios ese elogio; además, estás plantando una pequeña semilla de bondad, por lo que no necesariamente los resultados serán inmediatos.

Esperamos que esta lista te sea útil y que a través de tu trabajo puedas acercarte a Dios y crecer en virtud y santidad. Te invitamos a hacer una oración a san José obrero por quienes se encuentran desempleados.

Oremos

Querido San José obrero,
santo patrono de los trabajadores,
tú que conoces el valor del trabajo,
que con tu esfuerzo conseguías
el sustento cotidiano para Jesús y María,
ruega por nosotros.

Que a nadie le falte la bendición
de un trabajo digno,
donde ejercer los dones y talentos
que Dios le dio para gloria suya,
bien de muchos
y su propia santificación.

San José obrero, ruega a Dios, con María
por todos los trabajadores,
para que como tú,
realicen día a día su labor
con rectitud, pasión, perseverancia y alegría,
y en todo busquen cumplir la voluntad del Señor.

Amén

Oración adaptada de Desde la fe