Lo primero que nos viene a la mente cuando escuchamos el nombre de Santo Tomás el apóstol es “ver...
Pentecostés es más que un recuerdo
Enseña a tus hijos o alumnos más acerca de Pentecostés, el Espíritu Santo y sus dones de manera entretenida con este divertido juego.
La fiesta de Pentecostés se celebra 50 días después del Domingo de Resurrección, y es la solemnidad del Espíritu Santo. Leemos en el segundo capítulo del libro de los Hechos de los Apóstoles que, “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones. Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua. Admirados decían: ´¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?’”
El Espíritu Santo es el don que Jesús prometió a sus discípulos; que les daría fuerza, valentía y todo lo que necesitaran para realizar la obra de Dios, supliendo sus carencias y defectos. Pero esta fiesta no tiene un valor únicamente histórico: los cristianos en todo el mundo oran pidiendo que el Espíritu se reavive en ellos, y que sus dones desciendan sobre sus corazones.
¿Cómo podemos enseñar a los pequeños en nuestro hogar, escuela o parroquia acerca de esta solemnidad de una forma divertida e interesante? Te traemos una propuesta: aprender jugando y compitiendo. Para esto hemos preparado estas tarjetas de memoria que puedes imprimir para usarlas en tu casa.
El juego es sencillo: se divide a los participantes en dos equipos. Se colocan todas las cartas, mezcladas, boca abajo, esparcidas sobre una mesa. Los equipos, por turnos, revelan dos cartas; si se trata de un nombre y una descripción que coincidan (por ejemplo, “fiesta de Pentecostés” y “solemnidad donde se celebra al Espíritu Santo”), el equipo se las queda y gana un punto; de lo contrario, las voltean nuevamente y le toca al siguiente equipo. Cuando todos los pares han sido encontrados se termina el juego y gana el equipo con el puntaje más alto.
Otra modalidad de juego consiste en colocar las cartas en una pila, boca abajo; los jugadores sacan una carta por turno y si se trata de un nombre, tienen que dar una definición, o si es una definición, tienen que indicar a qué corresponde; de hacerlo correctamente, ganan un punto; de lo contrario, devuelven la tarjeta al fondo de la pila y continúa el otro equipo.
Como ves, es un ejercicio divertido y muy didáctico para transmitir estas definiciones a nuestros hijos o alumnos, en el hogar, el colegio o la catequesis.
A continuación puedes encontrar las cartas para el juego, de manera gratuita. Te sugerimos pegarlas en cartulinas o cartones antes de recortarlas, para que tengan más grosor y peso.